Edición Agosto Nº157

El cuidado de nuestros hijos no está del todo completo si no estamos atentos para prevenir esos accidentes que ocurren en apenas unos segundos, tras el mínimo descuido. A cualquiera le puede pasar, desde a la mamá más permisiva hasta a la más observadora e intuitiva. Y a esto lo quiero unir con la nota que tratamos en esta edición sobre la prevención del ahogamiento infantil.
A fines del verano pasado le pasó uno de esos accidentes al hijo de dos años de una conocida, en la piscina de su casa, un barrio privado en Canelones (dato no menor, ya que la ambulancia demoró más de una hora en llegar). El día anterior al accidente había sido el cumpleaños de su hija mayor y, por un descuido, quedó sin trancar el portón perimetral de la piscina. Esta conocida salía con sus demás hijos temprano a la mañana hacia Montevideo y observó que su hijo menor no estaba parado en la ventana saludando como siempre lo hacía. Por suerte la señora que lo cuida también se percató de su ausencia y salió a avisarle.
Fue una desgracia con suerte. La señora que lo cuida no sabe nadar. La mamá llega y lo ve en el fondo de la piscina. Se tiró a rescatarlo y logró reanimarlo. El cuento tuvo un final feliz, gracias a Dios.
Y como no creo en las casualidades, también les cuento que unos días antes a ese accidente que les contaba, nos llegaba un mail de Guadalupe Herraiz, Instructora Certificada del método Infant Swimming Resource, ISR, un método único de auto-rescate acuático infantil que pueden aprender los niños desde sus 6 meses hasta los 6 años. A informarse, de eso se trata, así prevenimos.

Agosto es un mes especial para nuestros niños. También las invito, como nos recomienda la colaboradora y licenciada en Psicomotricidad Patricia Olivera, a sacar un acolchado o mantita para colocar en el piso, ahí desde donde todos somos iguales, tomar uno o dos juguetes sencillos para un momento de diversión con y para ellos.

Feliz día para todos nuestros hijos. No nos olvidemos que ellos son un pedacito nuestro y el motivo principal por el cual vivimos y sonreímos cada día.

Hasta setiembre.
Rosina Campomar