Enviar por email
Para
Mensaje
Abril/2017

Desarrollo del bebé. El poder de los sentidos

Los recién nacidos conocen el mundo a través de sus sentidos. Toda su experiencia, sobretodo durante el primer año de vida, está relacionada con el entorno que los rodea y que les llega a través del tacto, oído, gusto, vista u olfato. En el vínculo con sus figuras de apego, su madre y su padre, construye una “base segura” que serán los cimientos donde se asentarán todas las futuras experiencias y también su personalidad.

Miles de conexiones neuronales suceden con cada experiencia e intercambio que el recién nacido tiene en su interacción con sus figuras de apego. Las primeras etapas de vida son esenciales para la construcción de estas redes, que en el cerebro del bebé, se conforman en base a sus sentidos.
Hoy sabemos que el cachorro humano nace con muchas habilidades, sobretodo con la predisposición innata a relacionarse con otro. Y justamente esto, su capacidad de “enamorarnos”, es lo que hace que un ser tan dependiente pueda sobrevivir.
Cuando un bebé llora y su figura de apego acude a calmarlo, le da múltiples señales sensoriales que lo ayudan a reencontrar la calma y el equilibrio. Todas las señales que le llegan desde sus padres (su voz, sus caricias, el movimiento, cómo lo agarran y lo manipulan) lo ayudan a sentirse seguro. Estas interacciones repetidas en el tiempo, en la cotidianeidad, le van dando un marco de seguridad y confianza básica, indispensable para la construcción de su autoestima y personalidad.
La mirada de un recién nacido, y más si es nuestro hijo, nos atrapa por completo en un vínculo amoroso intenso y único. Su olor, su piel suave sobre la nuestra, su sonrisa alrededor del mes de vida, su llanto agudo, disparan en nosotros, los adultos responsables, una respuesta inmediata de cuidado y protección. Es a partir de estas interacciones, de estos gestos repetidos cotidianamente, que construye su personalidad, su visión, a la vez que transforma nuestra identidad y forma de ver el mundo. Es una transformación recíproca y dinámica.
Veamos ahora como entran en juego los sentidos (vista, tacto, olfato, gusto, oído) en la interacción del bebé con sus figuras de apego principal, es decir con su madre y su padre.

La vista: Los recién nacidos pueden ver a unos 40 cm, que es la distancia entre ellos y el rostro de la madre cuando está tomando pecho. Los bebés tienen preferencia por el rostro humano: los ojos, la boca, las líneas de la nariz llaman su atención. Esta es una capacidad innata que poseen, la de sentirse atraídos por un rostro humano. Cuando está cara a cara con su figura de apego comienza la interacción, que es muy importante para establecer lazos y reciprocidad en el vínculo. La mirada del recién nacido tiene un poder sobre la madre, la que a su vez busca la de sus hijos como una señal de “amor” y de vida en ellos.

El tacto: El contacto piel a piel es de vital importancia porque impacta directamente en el desarrollo de su cerebro. Cuando un bebé llora se desorganiza, necesita sentir que hay brazos que lo sostienen, que lo rodean. Al estar cerca del cuerpo de su madre, regulan su temperatura corporal y su respiración. Es ampliamente conocido el “método canguro” utilizado en casos de prematuros y las ventajas que supone sobre otras tecnologías para asistirlos. Investigaciones recientes muestran que los bebés que son acariciados tienden a enfermar menos porque el contacto piel a piel fortalece el sistema inmunológico.

El olfato: Los bebés son capaces de distinguir el olor de la leche de su madre entre otros, incluso son capaces de girar su cabeza hacia un algodón imbuido en su leche. Por el olor, pueden reconocer a sus figuras de apego, tanto a su madre como a su padre. Si por algún motivo vas a estar lejos por un período prolongado, puedes dejar una prenda que tenga tu olor cerca de él. Esto lo ayudará a calmarse y se sentirá más seguro.

El gusto: Los bebés prefieren lo dulce de forma innata porque así es el sabor de la leche materna. Desde las primeras semanas en el útero, el gusto cumple una función primordial ya que tragan el líquido amniótico que tiene proteínas del cuerpo de su madre. La boca es una zona muy importante que utilizan para explorar los objetos que los rodean, si algo es duro o blando, pegajoso o firme, lo sabrán a través de ella.

El oído: Entre las semana 20 y la 24 de vida intrauterina, los bebés comienzan a escuchar los sonidos que llegan a través de las paredes del útero materno: los provenientes del interior del cuerpo de su madre (el latido de su corazón, el torrente sanguíneo, los ruidos internos) y los provenientes del exterior (obviamente con mucha menos intensidad). Es así, que un recién nacido prefiere los sonidos agudos sobre los graves y reconoce la voz de su madre y de su padre con apenas algunas horas de vida. Puedes estimularlo de forma sonora durante el embarazo, hoy existen diversas formas de hacerlo.


Como dijimos anteriormente lo sensorial es fundamental para la interacción entre el bebé y sus padres, sobretodo en el primer año de vida. Los sentidos entran en juego interrelacionados y envían información al cerebro del pequeño que luego él utiliza para ir construyendo conexiones neuronales con cada nueva experiencia.
Es importante que le permitas libertad de movimiento (el piso es el mejor lugar para que experimente y ponga en juego todo su potencial motriz) y que le brindes experiencias ricas en intercambio humano (juegos cara a cara, caricias, arrullos).
La interacción se dará naturalmente en el escenario cotidiano que habiten. No hace falta ensayar ni preparar nada, es parte natural del vínculo que se establece luego del nacimiento. Disfrutar de este tiempo, reírse juntos, animarse a jugar con el cuerpo del bebé y el propio, es fundamental para la salud mental tanto del pequeño como la de sus padres.


Yohana Sampietro
LIC. EN PSICOLOGÍA PERINATAL

Fecha
02/04/2017
Algunos temas en esta edición
Crianza. El gran reto de los padres

Crianza. El gran reto de los padres

Criar y educar a nuestros hijos en un ambiente de felicidad y con valores es un constante desafío para los padres, independientemente de cual sea la organización familiar y la edad de los niños. Ayuda...

Gimnasia en el embarazo. el ABC para comenzar

Gimnasia en el embarazo. el ABC para comenzar

Hacer gimnasia durante el embarazo es una excelente actividad que les permitirá a las mamás transitar los nueve meses de manera saludable. La idea es que, con el ejercicio puedan realizar un trabajo d...

Boletín por email

Sucursales
Revista Mamá y Bebé
Cargando...