Lactancia Materna 2017. Construyendo alianzas

El apoyo de la familia y el entorno social es uno de los aspectos más evidentes y que tiene un efecto altamente positivo en la duración de la lactancia. Esto refiere no sólo al sostén que realiza la pareja, sino también los prejuicios familiares, los valores y costumbres. En una familia en la que ningún bebé ha sido amamantado más allá de los primeros meses, puede resultar llamativo si una mamá miembro de esta familia sostiene la lactancia de forma exclusiva por varios meses. Podemos escuchar comentarios del tipo “¿Por qué no le das un poquito de agua?”. “¿Ese bebé no se está quedando con hambre?”. Asimismo, pueden aparecer miradas de desaprobación o de desconfianza. Todos estos elementos pueden tener un peso importante en la decisión de la mujer de continuar con la lactancia.
Por otro lado, si en la familia se considera la lactancia como un beneficio importante para el bebé y la mamá, se buscará protegerla y ayudarla para que lo pueda realizar cómodamente, brindando gestos y comentarios de aprobación que animarán a la mujer a continuar con su tarea.
Que la sociedad entera esté informada y conozca los beneficios de la lactancia materna generará conciencia y actitudes que fortalezcan y protejan a las mujeres en su rol.

“El personal de salud tiene la responsabilidad de informar adecuadamente para fortalecer la lactancia. Lamentablemente algunas maternidades continúan con prácticas que deprecian el inicio de esta etapa”

Los sistemas de salud son un círculo de sostén fundamental, principalmente en el buen inicio de esta práctica. El personal de salud que atiende el embarazo, parto y primeros días del puerperio, tiene un lugar de privilegio en fortalecer a la mujer y su referente afectivo, brindando información adecuada que ayude a resolver las dificultades frecuentes de este período.
En nuestro país, la mayoría de las maternidades se encuentran acreditadas en las “Buenas prácticas de alimentación del lactante y del niño pequeño” (MSP), esto implica que el personal de salud debe estar formado en el tema, ofreciendo asimismo policlínicas de lactancia y grupos de apoyo a las mujeres que amamantan.
Lamentablemente, a pesar de contar con esta acreditación, algunas maternidades continúan con prácticas que desprecian el buen comienzo de la lactancia: ofrecen suero glucosado o complemento sin indicación médica justificada, y recomiendan dar el pecho cada 3 horas, 10 minutos de cada lado. Estos son mitos que hace tiempo fueron refutados, pero cambiar ciertas costumbres lleva tiempo y constancia.
Desde el 2010 existen Consultoras Internacionales de Lactancia Materna en nuestro país. Estas son profesionales del área materno-infantil que tienen una especialización en lactancia, acreditadas por organizaciones internacionales. Pueden ofrecer información actualizada con acceso a las últimas investigaciones en el tema. Asimismo, desde el 2015, el Instituto Uruguayo de Lactancia Materna brinda una formación anual de Asesor en Lactancia, aportando de esta manera conocimiento actualizado, que permite fortalecer las buenas prácticas de atención a la mujer y su pequeño.
Otro recurso es la Liga de la Leche Internacional, que ofrece grupos abiertos y gratuitos una vez al mes, en donde las madres y su familia pueden compartir sus experiencias, dudas e inquietudes con otras mujeres.
Por otro lado, la nueva legislación que regula la licencia maternal y paternal y que fue aprobada en 2013 (ley N.° 19.161) extiende de 12 a 14 semanas la licencia maternal para el sector privado y otorga 13 días libres a los padres, pagados por la seguridad social, al día de hoy tenían tres días a cargo del empleador. El proyecto agrega el concepto de “parental” al derecho de trabajo a medio horario desde el fin de la licencia hasta los seis meses del bebé, que pueden ser utilizados tanto por el padre, como la madre y puede ser fraccionada o alternarse entre los dos. Además, la nueva versión del proyecto incorpora a las trabajadoras monotributistas y empresas unipersonales hasta con un empleado, para hacer uso del beneficio.
Queda un largo camino por recorrer para generar nuevas leyes que favorezcan la lactancia, como es la extensión de la licencia para las funcionarias públicas, así como las consideraciones pertinentes en caso de los bebés con necesidades especiales, como ser los pre término, mellizos etc. A nivel internacional, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomienda como mínimo 14 semanas de licencia maternal y sugiere que toda mujer tenga el derecho a una o más interrupciones al día o a una reducción diaria del tiempo de trabajo para la lactancia de su hijo. Estos son convenios que nuestro país ha firmado y se supone va en camino de resolver.
La vuelta al trabajo es un desafío especial para las mujeres que amamantan. Las empresas ofrecen un círculo de apoyo cuando tienen espacios especiales para que la mujer pueda extraerse leche en su horario laboral y almacenarla, así como tener políticas internas que fortalezcan a las mujeres con pequeños.
Cuando las empresas descubren que facilitando la lactancia logran disminuir el ausentismo laboral y aumentar la satisfacción de la trabajadora, se construyen contratos individuales con cada mujer, en donde se estudia cada caso, facilitando las diferentes situaciones.

“La nueva legislación vigente extendió la licencia maternal a 14 semanas y 13 días libres y pagos para el padre. También se incluye el concepto de parental que otorga medio horario de trabajo libre que puede ser usado por padre o madre o entre los dos”

Es importante comprender que al hablar de lactancia materna no podemos pensar únicamente en la mujer puérpera y su bebé, sino que es imprescindible ampliar la mirada y contemplar su entorno, sus redes de sostén tanto familiares como centros de salud e instituciones. Sólo con alianzas eficaces, que contemplen las necesidades reales de las mujeres actuales, podremos garantizar el mejor alimento para nuestros hijos.

Claudia López
Psicóloga
Experta en lactancia materna