Dientes sanos. El cuidado de la boca

Para tener toda la información necesaria sobre el tema, la odontopediatra Dra. Graciela Buño responde algunas preguntas básicas sobre la salud bucal de los más pequeños de la casa.

¿Hay que dejar que el niño se cepille los dientes sólo, aunque sea muy pequeño?
Es importante que el pequeño se familiarice con el cepillo, inmediatamente tenga sus primeros dientes de leche. Tiene que usar uno propio y adecuado a su corta edad. El niño de 2 años, que ya tiene completa la dentición (temporaria) de leche, debe cepillarse con pastas adecuadas y sin fluor. Los adultos que lo cuidan lo pueden ayudar, pero se debe permitir que lo haga aunque tenga imperfecciones porque sirve para adquirir el hábito y terminar la higiene con su participación. El cepillado debe ser apoyado hasta los 7 años, que es el momento en el que el pequeño tiene adquiridas sus destrezas motrices.

¿Cómo hacerlo?
¿Cuántas veces al día?
El cepillado debe realizarse finalizadas las comidas, por lo general 4 veces al día. Sin pasta antes de los 2 años y luego de tener los 20 dientes en boca debe higienizarse cada grupo dentario (Incisivos, caninos y molares temporarios) en las tres caras de cada diente: la que se ve, la que está para adentro y la que mastica. Ese hábito debe aprenderse pues lleva a la adquisición de una técnica a los 6 años con la aparición de los dientes permanentes.

¿Cuáles son los principales problemas en la boca de los niños?
El principal problema es la aparición de caries, que pueden surgir aún en los bebés. El amamantamiento prolongado puede ser causa de ese problema, sobre todo en el hábito de hacerlo durante la noche. El niño queda dormido succionando el pecho de la madre y un resto de la leche permanece adherida a los dientes y en contacto con la saliva provoca el desarrollo de los gérmenes de la caries.

¿Hay comidas que se deben evitar?
El niño que está aprendiendo a comer debe probar todos los alimentos: salados, dulces, ácidos, amargos pero tomando conciencia de cuáles son los que le hacen daño y enferman y que además pueden llevar al desarrollo de caries. Los dulces y harinas reaccionan en contacto con la saliva generando a los 5 minutos ácidos capaces de ocasionar caries. De ahí la importancia del barrido del resto de los alimentos inmediatamente después de las comidas y no sólo las principales ponen es riesgo los dientes. Las golosinas son el principal vehículo para las caries: caramelos, galletitas, dulces, chupetines, alfajores, tortas, dulces pero también el pan y los bizcochos contienen hidratos de carbono que se degradan de la misma manera que los azúcares.

¿Cuándo caen los dientes de leche? ¿De qué depende?
El ritmo de erupción de los dientes tanto temporarios como permanentes se hereda de los padres. Puede ser en fecha, como marca el patrón de crecimiento o denticiones precoces o tardías. El recambio natural se produce a los 6 años generalmente luego de que aparece en boca el primer molar permanente.
La dentición mixta comienza a los 6 años con la aparición de los molares por detrás de la de leche y luego el recambio en el sector anterior con los incisivos. Existe un orden de aparición que es llamado secuencia eruptiva que debe controlarse con el odontólogo.
La edad de erupción depende de cada niño pero el orden de aparición si se altera puede ocasionar problemas.

¿A qué edad se debería ir por primera vez el odontólogo?
En este momento el odontólogo participa del control de crecimiento de los bebés, no solo de la aparición de los dientes. Los niños son controlados para verificar si se están dando los procesos de alimentación y crecimiento con total aprovechamiento de las fuerzas de la boca para una correcta evolución. También se controlan los hábitos alimenticios y los de entretener (uso de chupete).
En los planes actuales de salud existen pautas a seguir con la atención odontológica. Son los pediatras los encargados de enviar al niño a control odontológico. En el carnet se exige un control a los 6, 9 y 12 años, verificando la ausencia de patologías como caries, problemas paradenciales y alteraciones de la mordida.

¿Qué hacer ante una caída y golpe en un diente de leche?
Al tener un accidente debe consultarse al odontólogo más cercano. Si es odontopediatra u ortodoncista es lo ideal. El control debe ser periódico para poder evaluar si hay pérdida de espacio de la pieza accidentada, lo que luego con el paso del tiempo puede ocasionar problemas en la mordida.

¿Qué pasa si cae un diente de leche?
Debe consultarse a la brevedad con un odontólogo y realizar el seguimiento de la oclusión pues la pérdida de un diente puede facilitar que los dientes vecinos se corran hacia el espacio perdido, dejando entrampado al diente permanente que corresponde en ese lugar.

Algunas precisiones
*En la etapa temprana de la vida del niño es importante realizar una dieta balanceada y fibrosa para poder darle a los maxilares estímulos para el crecimiento normal. Eso facilitará generar el espacio para la erupción de los dientes permanentes que son el doble del tamaño de los de leche.
*En la boca intervienen varias funciones importantes para el normal crecimiento y desarrollo: la respiración, deglución, masticación y fonación. En las funciones correctas no figura el respirar por la boca, sin embargo, en competencias deportivas, al correr o nadar, el organismo puede necesitar más oxígeno y es necesario por algún rato respirar por la boca. Si el niño utiliza continuamente la boca para respirar incorpora un factor de deformación en el crecimiento.
*La deglución es una de las funciones que más evoluciona con el transcurso de los primeros años. Al nacer la función para alimentarse es la succión, reflejo innato, que con la erupción de los dientes, va a transformarse en deglución madura. Debe seguirse los consejos del pediatra en cuanto a normas de alimentación en cantidad y calidad de los alimentos. No debe descuidarse el cambio de consistencia de los alimentos para favorecer la masticación y la distribución de las fuerzas para un normal crecimiento de los maxilares y la maduración de las funciones orales. La respiración y la deglución son funciones que actúan en forma sincrónica, si se altera una, lo hará la otra.
*La fonación debe controlarse junto con la evolución del lenguaje, debido a que existen alteraciones o dislalias (trastorno de la articulación de los fonemas) que influyen en la deformación de la boca y cooperan para que se instale una mala mordida.
*En la primera infancia es cuando se aprende a comer. Entre los 3 y 6 años los dientes temporarios deben gastarse para dar lugar a los permanentes. Para una correcta evolución de todo este proceso, es imprescindible que los niños sean controlados por un odontólogo cada 6 meses durante esta etapa.

Dra. Graciela Buño
Jefa de Odontología de la
Asociación Española