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Julio/2017

Primeros auxilios. Qué hacer y qué no

Muchos pequeños pierden la vida por traumas, accidente de tránsito, caídas, ahogamientos, intoxicaciones o quemaduras por eso es muy importante saber qué hacer cuando nos enfrentamos a este tipo de situaciones, que en algunos casos pueden ser fatales.

Los accidentes que ocurren en casa son una problemática que incluso debe tratarse a nivel de salud pública, por el nivel de gravedad que representa para las autoridades. Para estar preparados ante una situación de este tipo, la pediatra Matilde Maqueira da a conocer cuáles son los accidentes más frecuentes según la etapa de la vida que transite el niño y qué se debe hacer ante cualquiera de ellos.


Menores de un año


Cuando un bebé es recién nacido no puede movilizarse por sí mismo, “las caídas, por ejemplo de los coches o cambiadores, quedarán a entera responsabilidad del adulto a su cuidado” afirma Maqueira.


Un niño siempre:


* Debe estar vigilado. “Con cuatro meses ya rueda sobre una cama y si lo dejamos solo es muy posible que al segundo termine en el piso”. Las caídas desde la cama son de los accidentes más comunes a esta edad.                         


* Debe utilizar los cinturones tanto de sillas de comer, como las de entretenimiento o coches. “Los cinturones hay que usarlos siempre, aunque pensemos que un bebé de un mes no se va a caer de un coche por ejemplo, si lo levanto por una escalera puede escurrirse, golpearse en una vereda y desde una altura considerable”.


* Utilizar el sistema de retención infantil adecuado para cada edad. “En este aspecto, si tengo dudas, la fundación Gonzalo Rodríguez asesora en cómo colocar la sillita en la posición adecuada” explica la doctora.


* No debe ser expuesto a peligros. Por eso, es preferible no tomar mate con los niños en brazos, ya que esto aumenta el riesgo de quemaduras. Cuando empiezan a ser más móviles, por ejemplo a gatear o caminar, ahí es una etapa en la que los niños son muy curiosos y todo lo que tocan se lo llevan a la boca. Hay que tener cuidado donde lo voy a dejar movilizar, debe ser un espacio seguro y bien protegido, donde no haya ningún líquido en un balde, bañeras o algún recipiente grande. Para que un niño se ahogue basta con un recipiente con 20 cm de agua. Los productos de limpieza o medicamentos, deben estar a una altura que ellos no puedan alcanzar.


Se desplaza solo


Después del año y cuando comienzan a caminar, hay otros cuidados que se deben tener.


* Empiezan a alcanzar otros sitios a los que antes no tenían acceso, es por eso que los cajones deben estar con protección y más si allí se guardan elementos punzantes que pueden provocarles lesiones.


* Las ventanas y terrazas siempre deben estar protegidas, ya sea con fijadores o redes, porque los niños que caminan o gatean pueden acceder a estos lugares y allí darse  caídas.                         


* No dejar nunca al alcance los medicamentos, colocarlos lo más alto posible y sí se puede bajo llave, mejor.                         


* No dejar a mano los productos de limpieza, menos si los han comprado sueltos y colocado en botellas de refresco porque los niños pueden pensar que es algo para tomar y se transforme en una intoxicación.                          


* También comienzan a estar expuestos a ahogamientos, que se relaciona con el uso de piscinas o deportes acuáticos no vigilados por adultos. “En aguas naturales como ríos, arroyos o mares, los niños siempre tienen que estar en vigilancia de un adulto”.                         


ACCIDENTES MÁS FRECUENTES


Quemaduras


Hay tres tipos de quemaduras: las de primer grado, “son la más superficiales, en las que la piel queda colorada por ejemplo luego de tocar algo caliente. Las quemaduras de segundo grado son fáciles de reconocer porque son las que tienen ampollas y las de tercer grado, por suerte poco frecuentes, son las más graves y pueden llegar afectar hasta el músculo.  Vamos a dedicarnos a las primeras dos que son los más comunes                       


“Cuando un niño tiene una quemadura de primer grado, no siempre hay que consultar. Puede que solamente tenga involucrado algún pulpejo del dedo por ejemplo cuando tocan algo caliente o ponen la mano en agua caliente” explica la doctora. En este caso, podemos tratarlas en casa. Lo que hay que hacer es poner la parte que se quemó debajo del chorro de agua fría. “No hay que usar tomate, ni friccionar con el  pelo, ni utilizar la pasta de diente”.                         


El agua fría cumple varias funciones: aliviar el dolor, cortar el calor que queda en esa piel y evitar que siga dañando, además de limpiar la zona afectada. “Lo dejo bajo el agua  hasta pare el ardor y después puedo darle un analgésico que esté acostumbrado a tomar para calmarle el dolor. Si quiero mantener esa quemadura limpia, puedo utilizar algún tipo de pomada específica, algún medicamento que puede recomendar al pediatra”.                       


Si un niño presenta una quemadura de segundo grado, o sea tiene una ampolla, en este caso hay que consultar con un médico. Igualmente antes de concurrir a la emergencia, siempre es necesario hacer lo mismo que con una quemadura de primer grado: poner la parte que se quemó debajo de un chorro de agua fría, hasta que calme un poco el ardor, incluso puedo darle un analgésico. Lo más importante es no romper la ampolla en casa, lo hará el pediatra o cirujano plástico en la emergencia.


Caídas


Cuando hablamos de caídas hay que hacer distinción en la edad del niño, de qué altura fue la caída y cómo se provocó. “No es lo mismo que un niño que esté caminando se pegue con el marco de la puerta, a que venga a gran velocidad en una bicicleta y se de un golpee contra una pared en la cabeza”.                         


El traumatismo de cráneo es de las caídas que más preocupan: puede ir desde un golpe muy leve hasta uno muy importante y grave. Cuando nos enfrentamos a este tipo de situaciones hay que tener en cuenta:


- La cinética del accidente. Por ejemplo: “venía patinando y se golpeó la cabeza, ya sabemos que será de una entidad importante”


- La edad del niño. Los menores de un año tienen más probabilidad de fractura de cráneo y lesiones intra craneanas.


- Que pasó después del accidente. Si el pequeño se levantó enseguida o se mostró con un comportamiento similar al que tiene siempre. Si vomitó, perdió el conocimiento, si se acuerda de lo que le pasó, si no tuvo ningún movimiento anormal o convulsiones                       


Según Maqueira, “lo que debo hacer es observarlo por un determinado tiempo para saber si comienza con algunos estos síntomas. Si le cambia el humor o tiene una alteración de la conciencia, si se empieza dormir cuando nos tiene que hacerlo, si está muy excitado, son todos indicios de que algo puede no estar bien”.                         


Debo observarlo aproximadamente de 12 a 24 horas luego de ocurrido el golpe ya que las complicaciones pos traumatismo de cráneo no suceden después de las 24 horas. “La pregunta del millón es que hacer si es la hora de la siesta o del descanso, si lo dejo dormir o no. Yo siempre le pregunto lo mismo, ¿cómo haces para que un niño de un año no se duerma a la hora que se tiene que dormir? Es imposible. En esos casos hay que dejarlo, es más tienen que descansar después de un traumatismo de cráneo, pero lo que hay que hacer en esas primeras 12 horas es chequear la conciencia. Para eso, lo despierto, lo muevo, le hablo y lo hago reaccionar”.


Heridas


En el caso de las heridas, cuando no son graves, o sea las típicas que se generan en casa, como un raspón, o una herida cortante pero muy superficial, allí lo más importante es la limpieza. “Se debe utilizar agua y jabón, mucha agua y después lo ideal es mantenerlas al aire para que cicatricen rápidamente. Si sé que van a estar en contacto con la tierra, la puedo cubrir con una gasita limpia y cuando vuelve a la casa, se la descubro para que se seque al aire. La única complicación que puede tener una herida de este tipo puede ser la infección. Nos vamos a dar cuenta si hay infección por los síntomas universales: el edema, hinchazón de la zona, que se vea roja o que esté caliente, que duela e incluso puede haber fiebre.


Incendio


“Frente a un incendio, no voy a entrar a la casa a rescatar a nadie porque no tengo los conocimientos, ni la ropa adecuada, porque seguramente me convierta en la segunda víctima y complique mucho a los que vienen a ayudar”.


Lo primero que hay que hacer en un caso de este tipo, es activar el servicio de emergencia llamando al 911, dar cuenta que hay un incendio y varias personas afectadas. Allí se activa el protocolo establecido para estos casos y se da aviso a las ambulancias y bomberos.                         


Si en un incendio la víctima está en llamas, lo que debemos hacer es, si está conciente, pedirle que ruede sobre sí mismo para apagar el fuego o podemos hacerlo nosotros con una frazada o manta. La persona puede entrar en shock, lo que puede derivar en un paro cardio respiratorio. En este caso, debo conocer las maniobras de reanimación básicas para poder hacerlas.                         


Si la persona está consciente, la acuesto sobre el piso de una superficie plana, sin ponerle almohadas en la cabeza porque eso puede empeorar aún más la entrada de aire. Lo que si puedo hacer es sacarle la ropa que no esté adherida a su cuerpo e                       intento que no se enfríe, tapándola con una frazada, porque las personas quemadas pierden mucho calor y esa puede ser una de las causas que lo lleve al paro cardio respiratorio.            


“No voy a intentar enfriar a la persona, como puedo hacerlo con las quemaduras de primer y segundo grado”.                      


Electrocución  


“Si nos enfrentamos a un accidente de este tipo lo primero que hay que recordar es que no me puedo transformar en la segunda persona electrocutada. Los humanos conducimos la electricidad, por eso para ayudar al otro hay que tomar un palo de escoba de madera y pegarle fuerte en las manos, porque seguramente sea el lugar que está en contacto con el enchufe y de esa forma cortamos la electricidad”. También es necesario activar el sistema de emergencia, porque la persona afectada seguramente se encuentra grave.  


Intoxicaciones


Si nos enfrentamos a una situación donde un niño tomó algún producto o remedio, como regla general hay que recordar no darle nada por boca, no provocar el vómito, ni quedarse con él. Lo primero que hay que hacer es acudir a la emergencia, llevar el envase de lo que se tomó, “la pastilla de la abuela o el producto de limpieza, porque es importante saber qué componentes tiene, eso ayudará en el momento de decir qué medidas son las que hay que tomar”. En el caso de las intoxicaciones, la prevención es primordial: no dejar al alcance de ningún niño medicamentos ni producto de limpieza o ferretería evitará complicaciones que pueden tornarse graves.


Dra. Matilde Maqueira.
Especialista en Pediatría.


 

Fecha
02/07/2017
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