Mi hija ya tiene diecinueve años y todo ha cambiado. Hay muchísimas opciones para la embarazada, desde ropa, grupos, información, que ayudan tanto en la gestación como en la crianza. Sin embargo, creo que ellas siguen buscando lo mismo que yo buscaba, un ”espacio” para ellas, para expresarse, hablar con libertad, hacer preguntas, atravesar sus miedos y calmar esas grandes incertidumbres.
Buscando incluir todas estas cosas y tantas más, escuchando siempre las necesidades de la mujer y tratando de ampliar conocimientos y mejorar permanentemente, es que se plantean las clases de yoga y pilates prenatal.
Las clases
Desde el primer paso que fue la formación en Yoga Prenatal, comencé en este camino y me gustó mucho, sentí una gran vocación por estar ahí, acompañando esa etapa tan hermosa de la vida. Después llegó Pilates Prenatal, y la formación como doula. El conjunto de estas herramientas me ha ayudado a crear ese “espacio” que alguna vez soñé.
El aporte del Yoga Prenatal en las clases sin duda es la calma, el aprendizaje de las diferentes formas de respirar, intentar visualizar, bajar ansiedades y transitar los miedos. El Pilates en cambio, introdujo una amplia gama de ejercicios con y sin implementos, que ayudan a mejorar posturas, estirar y aliviar columna y cadera, trabajar suelo pélvico y encontrar posiciones de comodidad para el trabajo de parto.
Como doula me ha tocado acompañar a mamás y sus familias, aprendiendo a respetar y estar en silencio, así como también proporcionar infinitas posibilidades de aliviar el dolor y aumentar la confianza. Toda esa experiencia es volcada en las clases en forma amena y dinámica, con el fin de tener herramientas y comenzar a visualizar como puede ser un trabajo de parto.
El embarazo es un tiempo de muchos miedos, incertidumbres, dudas, pero al sentir que tenemos apoyo y que hay más mujeres que les sucede lo mismo, vamos encontrando calma, respuestas, comodidad, cariño, conciencia. Es importante tomarnos tiempo para sanar, buscar, mirar hacia adentro, hablar con mis pares, averiguar respecto a mi nacimiento, conectar con mis ancestros. Observar que ese “ser”, que habita en silencio en mi interior, me ha elegido y recorreremos un camino juntos. Respetarnos y conectarnos desde el principio es fundamental para la relación que tendremos al momento de nacer y durante toda la vida.
Durante las clases vamos tomando conciencia, nos divertimos, emocionamos, relajamos y hacemos ejercicios, intentando disfrutar al máximo ese hermoso tiempo de gestar. Las mamás que han participado sienten que tienen un lugar para ellas, cuentan que las respiraciones les ayudaron a controlar ansiedad y momentos difíciles durante el embarazo y que son fundamentales para el trabajo de parto. Agradecen las posiciones y ejercicios que fueron practicados durante las clases y si deciden gestar nuevamente vuelven, confiadas en que tienen ese “espacio”.
No hay excusas, todas pueden participar. Hay varios grupos en diversas zonas de Montevideo, con horarios accesibles para las futuras mamás que trabajan. Para participar no es necesario tener experiencia previa en Yoga ni Pilates, es mejor unirse después de la semana doce y puedes hacerlo hasta el final. Una vez por semana y durante una hora y media se recorren relajaciones, meditaciones, respiraciones, ejercicios para aliviar molestias en el embarazo, posiciones de comodidad para el trabajo de parto, conexión con los bebés, danzas, mandalas y mucho más.
Marcela Maradei Q.
Preparador Físico - Doula
Instructora en Yoga y Pilates
Prenatal y Maternal
cel. 095024947